La higiene industrial es una disciplina fundamental para garantizar la seguridad, la salud y el bienestar de los trabajadores. En este artículo, definiremos el concepto higiene industrial y exploraremos los principios básicos de este campo y su importancia.
La higiene industrial es una disciplina, dentro de la prevención de riesgos laborales, que se dedica específicamente a la prevención y el control de los riesgos originados por los procesos de trabajo en los que están presentes agentes físicos (ruido, vibraciones mecánicas, radiaciones ionizantes o no ionizantes, iluminación...), químicos (tóxicos, nocivos, corrosivos, cancerígenos, mutagénicos, reprotóxicos, alteradores endocrinos...) y/o biológicos (virus, bacterias, hongos, parásitos...) que pueden ser causa de daños para las personas trabajadoras en forma de accidentes de trabajo o enfermedades profesionales.
Esta disciplina se basa, por lo tanto, en la identificación, la evaluación y el control de los agentes anteriormente citados.
Los principios de la higiene industrial son:
- Prevenir y preservar: el objetivo es prevenir accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, y preservar la salud de las personas frente a los distintos agentes físicos, químicos y biológicos presentes en los entornos de trabajo.
- Identificar y medir: es necesario identificar aquellos agentes presentes en el entorno de trabajo y, posteriormente, medir y comparar con valores límite de referencia, cuando sea posible, o bien efectuar una evaluación cualitativa cuando proceda y exista un método que dé confianza del resultado. La idea básica es comparar valores de exposición en el puesto de trabajo con valores que se consideren de riesgo.
- Proteger a las personas: las medidas de prevención a adoptar deben seguir los principios de acción preventiva establecidos en la Ley 31/1995, de prevención de riesgos laborales. En primera instancia, evitar los riesgos, y si no es posible, evaluarlos para establecer las medidas de prevención más adecuadas.
Dentro de las medidas de prevención, está la adopción de uso de equipos de protección individual (EPI), tales como máscaras de protección respiratoria o protectores auditivos, aunque la protección colectiva es prioritaria al uso de EPI.
En la protección frente a la exposición a agentes químicos, debe considerarse como protección colectiva utilizar sistemas de ventilación localizados y de ventilación general; en la protección ante la exposición al ruido, se trataría de actuar directamente sobre la fuente y usar barreras acústicas, por ejemplo.
En higiene industrial es muy importante y efectivo actuar primero sobre la fuente (agente químico utilizado, proceso productivo, fuente de generación de ruido/vibración...).
La higiene industrial protege la salud de las personas trabajadoras y contribuye a un desarrollo empresarial más seguro y sostenible. Es esencial para prevenir enfermedades profesionales y reducir los daños a las personas trabajadoras.
A diferencia de otros riesgos laborales, los agentes considerados en la higiene industrial no causan daño a las personas de manera más o menos inmediata, salvo algunos químicos altamente peligrosos o la exposición a radiaciones ionizantes.
Así, por ejemplo, la exposición a niveles elevados de ruido, a vibraciones mecánicas, a determinados químicos o a niveles de iluminación insuficientes o excesivos no suele comportar efectos perjudiciales inmediatos en las personas, sino que con el tiempo pueden aparecer las consecuencias del nivel de exposición elevado o de la condición de trabajo inadecuada.
Todo ello otorga más importancia a la higiene industrial, dado que tiene una acción preventiva sobre determinados agentes que presentan “efectos silenciosos” y pueden dar la falsa apariencia de seguridad o falta de riesgo.
La higiene industrial es una disciplina de la prevención de riesgos laborales muy importante que tiene como objetivo prevenir daños en las personas en forma de accidentes o enfermedades profesionales.
Protege a las personas trabajadoras frente a la exposición a determinados agentes físicos, químicos y/o biológicos que pueden aparentar ser innocuos porque no muestran efectos inmediatos, pero es mediante los métodos de evaluación y control que aporta la higiene industrial que podemos avanzarnos a la protección de las personas y a no sobrepasar la exposición de riesgo.